El equipo y gran familia del Barrio La Pinada conoció de primera mano a Mar de Fulles, un proyecto de turismo social y ecológico en el enclave de la Sierra del Espadán. Desde Mar de fulles nos explicaros que “Todo comenzó con un propósito: encontrar un lugar donde el paisaje estuviera conservado como en sus orígenes y la naturaleza hablara por sí sola”.
El proyecto nace con el propósito de generar un turismo sostenible a través del establecimiento de un hotel ecológico. De primera mano compartieron con nosotros su visión innovadora, de emprendimiento social en la que se propone la idea de que “todo debía sentirse, tocarse y observarse como si la tierra fuera pisada por primera vez. Queríamos crear una experiencia de turismo rural con el mínimo impacto ambiental”.
Con la finalidad de encontrar el lugar adecuado recorrieron numerosos lugares, hasta encontrar con el ideal, situado en la Sierra de Espadán. Su equipo caminó por bancales y caminos de almendros para crear un recorrido llamado “Arbolado Singular”, un sendero que recorre los alrededores del hotel con más de 30 rincones secretos, creado un lugar para los amantes de la naturaleza, respetando el bosque y la fauna autóctona que crece a nuestro alrededor.
La idea de establecer un hotel ecológico surge de la interacción con el grupo de voluntarios de Greenpeace en Valencia. Durante los encuentros los promotores de Mar de Fulles entendieron que la labor de concienciación y educación ambiental que efectuaban en la ciudad era limitada. Entonces surgió la idea de crear un lugar en medio de la naturaleza donde una vez se conoce y se disfruta se puede valorar y respetar el entorno.
Uno de sus mayores logros es el empleo de la naturaleza y las propias instalaciones como ejemplo demostrativo de concienciación socio-ambiental.
Durante el encuentro nos comentaron que el desarrollo del mismo fue igual de ilusionante que complejo. Mar de Fulles es la suma de colaboraciones de personas que creyeron y se involucraron en el proyecto. En un primer momento contaban con escasos recursos económicos pero la cooperación fue clave para convertir esa debilidad en una fortaleza y nexo de unión entre el grupo. Este déficit, les obligó a sustituir las soluciones sencillas y ordinarias por las ingeniosas, buscando una mayor eficiencia y sostenibilidad, logrando la incorporación de proveedores que se trasformaron en colaboradores o socios del propio proyecto.
Sostenibilidad y eco-design
El pilar fundamental sobre el que se apoya el proyecto es la sostenibilidad y el eco-design. Desde cuatro ángulos: eficiencia energética, agricultura ecológica, comercio justo y proveedores locales.
Mar de Fulles energéticamente cuenta con instalaciones fotovoltaicas inteligentes, “una parte va a consumo directamente sin pasar por baterías, otra parte va a carga directa para evitar que las baterías se descarguen y una tercera está pendiente de las necesidades. Y sobre todo un uso muy eficiente ya que seccionamos los consumos por días a las horas de máxima producción”.
El huerto ecológico lo mantienen entre todas las personas que trabajan en el hotel como un gran equipo, de momento adquieren las semillas y los planteles. En un periodo de tiempo corto cuando concluya el diseño del invernadero, les permitirá hacer todo el proceso.
Mar de Fulles, debe su éxito en gran medida al eco-design, una idea basada en romper los moldes de la edificación convencional, y demostrar que lo ecológico no es más caro. “el edificio ha costado 200.000€ más que una construcción convencional pese a utilizar materiales sostenibles y de calidad. El edificio requiere de muy poca climatización al aprovechar la brisa del mar que nos llega de manera natural y a los materiales aislantes”. Lo que proporciona una mayor eficiencia energética y gestión eficaz de recursos.
Reconocimientos
En 2016, recibieron el premio “Citizenergy”, otorgado por el Parlamento Europeo. Estos galardones tienen como objetivo promocionar la implantación de energías renovables en Europa, financiadas directamente por los ciudadanos europeos mediante plataformas colectivas, como cooperativas o Crowlending.
En palabras de Juanma, “fue un bonito regalo para nosotros y para todas las personas que han colaborado, acostumbrados a 11 años de grandes dificultades para hacer Mar de Fulles, fue una inesperada “palmadita en la espalda” que nos dio esperanzas de que no todo está perdido en la administración”.
Ejemplo de sostenibilidad socio-ambiental
Pretender ser un ejemplo demostrativo requiere estar siempre con planes de mejora continua y abiertos a nuevas colaboraciones que quieran utilizar nuestras instalaciones para la prueba de tecnologías o soluciones medioambientales, por lo que Mar de Fulles ha implementado de manera eficaz y rentable esta empatía con el entorno.
Uno de los principales baluartes de Mar de Fulles es la calidad gastronómica. Esta, está basada en el equipo y los productos empleados. “Nuestro equipo de cocina proviene de grandes restaurante con estrellas Michelín que han venido a trabajar por nuestros compromisos sociales. El producto que utilizamos es propio o de proximidad, se consumen productos ecológicos, de comercio justo, libres de transgénicos, sin aceite de palma, evitamos a las multinacionales, las piscifactorías…”
El proyecto, ha supuesto un largo camino, lleno de emociones, sufrimiento, voluntad y esperanza en la construcción de una visión rompedora y sostenible. Esto ha sido posible gracias a la colaboración de muchas personas. Durante la entrevista, la pregunta era obligatoria y agradecido de corazón Juanma nos comentó que “no se pueden nombrar a todas… Mi familia en primer lugar, Josep Antoni Nebot de Heliotec, José Pascual de Ingenieros Sostenibles, Xavier Salvador del estudio Arenes, Miquel Badenes de Nonna Design, Paco Guijarro de Stuccollums, Juan Navarro de Sancal, Juan Garibi de Fiare, Natxo Nebot de Caixa de San Vicent, Manuel López de Naturkasa…”
Este proyecto, es un ejemplo de superación y sirve de espejo en materia de innovación y turismo ecológico. Demuestran por tanto que la suma de las personas es tan poderosa como la mayor de la fortunas y que el camino de la sostenibilidad social y ambiental no es imposible, en todo caso es más difícil pero muchísimo más satisfactorio y Mar de Fulles lo ha confirmado.