Experiential Tour

Existen muchas iniciativas urbanas en la actualidad que están generando soluciones sostenibles que facilitan una vida más eficiente, saludable y que promueven una mayor cohesión y participación de la comunidad. Es por ello,  el pasado mes de junio, una delegación del eco-barrio la Pinada decidimos hacer una expedición y embarcarnos durante una semana en un tour europeo experiencial, con el objetivo de conocer y aprender sobre una gran variedad de soluciones sostenibles que consideramos referencias interesantes en el proceso de diseño del Barrio La Pinada.
Para nosotros, esta fue una oportunidad para escuchar de primera mano las experiencias de estos casos de éxito y los aprendizajes asociados a ellos, a través de las voces de algunos de sus promotores y protagonistas, entre los que se encontraban arquitectos, funcionarios públicos, residentes,empresarios… etc. Por parte de la Pinada, los elegidos para representar al equipo y trasladar todo lo aprendido a nuestros compañeros y a todos vosotros fuimos, Iker Marcaide, Bruno Sauer, José Luis Gisbert y, yo mismo, Tom Mossel.

Aprendizajes clave que nos trajimos con nosotros:

SOLUCIONES SOSTENIBLES CENTRADAS EN LO TÉCNICO:

Durante nuestra visita, vimos varias soluciones sostenibles centradas en su desarrollo técnico, como “rascacielos” con estructura de madera, tejados ajardinados, calefacción urbana colectiva, sistemas de eliminación de residuos, soluciones de gestión y reutilización de aguas pluviales integradas en el paisaje urbano.

SOLUCIONES SOSTENIBLES DESDE LO SOCIAL:

No olvidemos que la sostenibilidad es una cuestión esencialmente social, por lo tanto cuando hablamos de soluciones sostenibles, no sólo estamos hablando de soluciones en el ámbito de la energía y el medio ambiente, sino también en el ámbito de la ciudadanía y de la gestión social.

Cubierta Jardin, Green House, Augustenborg, Malmö.

CO-CREACIÓN Y DESARROLLO COMUNITARIO- SPREEFELT Y MÖCKERNKIEZ.

Por ejemplo, visitamos varios proyectos de vivienda colectiva, como los proyectos Spreefelt y Möckernkiez en Berlín, en los que los residentes participaron desde el principio en el proceso de desarrollo y creación de los proyectos, además de continuar colaborando una vez finalizada la actuación. Esta cooperación de los residentes dio como resultado un espacio de propiedad privada pero de uso público de muy alta calidad. Este entorno colectivo es en la mayoría de los casos  un espacio común que es mantenido por los propios residentes pero que puede ser utilizado por cualquier ciudadano.

En el proyecto Spreefelt el espacio público entre los edificios es utilizado por los residentes, pero también es el patio de juegos de la guardería y además es accesible para todos. En la planta baja hay locales comerciales, pero también un taller de carpintería colectivo, una cocina con una sala de uso común, lavandería colectiva. y otras estancias con usos colectivos para compartir entre residentes. Todos estos espacios son gestionados por la cooperativa y que pueden ser alquilados por personas que pertenezcan a la cooperativa o no.

En cuanto a las unidades de viviendas, pudimos apreciar la gran variedad de tipos diferentes de viviendas que componen el complejo habitacional, visitamos desde una vivienda de grupo para 20 personas hasta una vivienda más tradicional de 2 habitaciones, pasando por tipologías intermedias de viviendas para familias y seniors.. Cada vivienda tiene una gran área al aire libre y cada edificio tiene una azotea colectiva para toda la comunidad. Además, el concepto de compartir llega incluso hasta la instalación de calefacción colectiva de todo el complejo.

ZONAS COMUNES Y ESPACIO PÚBLICO: GREEN HOUSE (MALMO)

Otro ejemplo interesante de cooperativa fue el proyecto GreenHouse en Malmö. Los residentes compartían la lavandería, el aparcamiento para bicicletas, la terraza colectiva soleada y el jardín de la cubierta. Además, con la intención de mantener la imagen verde del complejo se estipula en el contrato de arrendamiento que los residentes estan obligados a mantener los balcones privados verdes. En definitiva podemos concluir que en casi todos los proyectos se ha dejado la planta baja, además de para espacios comerciales, también para unidades de viviendas. Esta mezcla de programas contribuye a un espacio público más atractivo y vivo durante todas las horas del día.

Cubiertas Jardin, Spreefelt, Berlin
Cubiertas Jardin, Spreefelt, Berlin

Nuestra visita nos ha servido para definir mejor lo que denominamos «Edge Zone». Esta es la zona donde el espacio público se convierte en espacio de uso privado, es una zona de 1 metro a 2 metros de ancho en el espacio público que los residentes lindantes a esa zona pueden utilizar, aunque la propiedad sea pública. En esta zona, por ejemplo, el residente puede poner unas cuantas macetas para plantas, colocar un elemento de descanso o un arenero para los niños… A menudo, es también la zona donde se encuentran las entradas a las viviendas y donde se encuentra la cocina, un espacio de trabajo o la sala de estar. Esa organización permite que cada entrada se convierta en un lugar de encuentro y de sinergias, asegurando que el espacio público colindante a las viviendas, sea mucho más atractivo y animado gracias al uso de los niños como zonas de juego y a los encuentros casuales que permiten estos espacios de transición domésticos-públicos.

Cubierta huerta y restaurante Østergro, Copenhagen.
Espacio Comun, Spreefelt, Berlin

FOMENTANDO UNA MOVILIDAD SOSTENIBLE

Un principio recurrente en todo nuestro viaje ha sido que la oportunidad de un mayor uso del espacio público conlleva la reducción de la presencia del automóvil. En el proyecto Nordhavn de Copenhague, el perfil de la calle ya no está determinado por los coches aparcados y en movimiento, sino por el paso de peatones y ciclistas. Además de la zona de borde ( Edge zone) descrita anteriormente, existe una zona de uso flexible dentro de los viales. Se trata de una franja de espacio que se puede utilizar para la plantación de arbolado, aparcamiento de bicicletas, aparcamiento temporal, contenedores de residuos, ensanchamiento de aceras… etc. Esta zona actúa como un amortiguador entre el tráfico lento y el tráfico de coches y regula la velocidad del automóvil.

Por otro lado, el aparcamiento general de los coches se resuelve colocando un aparcamiento colectivo en algunos puntos estratégicos del barrio. Estos garajes son tanto subterráneos como elevados, pero siempre se combinan con otros programas para mantener la actividad en la cota cero. Por ejemplo, un aparcamiento combinado con una plaza sin coches o un patio de recreo arriba en la cubierta del edificio-garage, con una escalera larga por la fachada para que niños y adultos puedan acceder.

Sin lugar a dudas las nuevas ciudades tienen como protagonista a la bicicleta y se adaptan a ella con nuevos usos e infraestructuras: nuevas redes de “autopistas” para bicicletas, amplios almacenes de bicicletas dentro de los edificios residenciales e incluso la incorporación del cargolift que hace posible llegar a la vivienda con el triciclo, como en el edificio de apartamentos para bicicletas y el hotel en Malmö que pudimos visitar.

Otra estrategia a reseñar en la reducción del uso del automóvil es la  mejora del transporte público. Por ejemplo, en Copenhague la línea de metro se construyó antes de que se iniciara la construcción de las viviendas. Esta línea de metro se financia con el desarrollo del área residencial que rodea la línea de metro. En otros casos, como en Malmö, el plan de construir una línea de tranvía costosa fue reemplazada por una línea de super-buses, de gran capacidad y con carriles propios, mucho más flexible y barata.

Es importante recalcar que para que estos proyectos pudiesen ver la luz  fue esencial, la estrecha colaboración entre el municipio, promotores, residentes, con el fin de tener todos el mismo objetivo. En el caso concreto entre Malmö y Copenhague, fue necesario la cooperación y el planeamiento de entre ambas ciudades traspasando así incluso las fronteras entre países.

Tras cuatro días de viaje en tres países diferentes visitando más de doce eco-barrios, podemos concluir que este viaje experimental nos ha hecho pensar, replantear y aprender sobre el desarrollo de las nuevas ciudades cada vez más sostenibles y flexibles, y que sin duda, aplicaremos para el proyecto urbano de nuestro Barrio La Pinada.

Sólo nos queda agradecer a nuestros compañeros de Creative Climate Cities, y su fundadora en primera persona Nadine Kuhla von Bergmann por guiarnos en este viaje.

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Lee nuestro post sobre buenas prácticas y retos comunes

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